TY - BOOK AU - Vega,Garcilaso de la TI - Obras / T2 - (Austral ; PY - 1944/// CY - Buenos Aires : PB - Espasa-Calpe, KW - LITERATURA ESPAÑOLA KW - POESIA ESPAÑOLA KW - LITERATURA N2 - Egloglas: El dulce lamentar de dos pastores. En medio del invierno está templada. Aquella voluntad honesta y pura. Elegías: Aunque esté grave caso haya tocado. Aquí, Boscán, donde el buen troyano. Epístola: Señor Boscán, quien tanto gusto tiene. Canciones: Si a la religión desierta, inhabitable. La soledad siguiendo. Eon un manso ruido. El aspereza de mis males quiero. Si de mi baja lira. Sonetos: Cuando me paro a contemplar mi estado. En fin, a vuestras manos he venido. La mar en medio y tierras he dejado. Un rato se levanta mi esperanza. Escrito está en mi alma vuestro gesto. Por ásperos caminos he llegado. No pierdas más quién ha tanto perdido. De aquella vista pura y ecelente. Señora mía, se de vos yo ausente. Oh dulces prendas, por mí mal halladas. Hermosas ninfas, que en el río metidas. Si para refrenar este deseo. A Safne ya los brazos le crecían. Como la tgierra madre que el doliente. Si quejas y lamentos pueden tanto. No las francesas armas diosas. Pensando que el camino iba derecho. Si a vuestra voluntad yo soy de cerca. Julio, después que me partí llorando. Con tal fuerza y vigor son concertados. Clarísimo Marqués, en quién derrama. Con ansia extrema de mirar que tiene. En tanto que de rosa y azucena. Ilustre honor del nombre de Cardona. Oh, hado ejecutivo en mis dolores. Echado está por tierra el fundamento. Amor, amor, un hábito vestí. cosca, vengado estáis, con mengua mía. Pasando el mar Leandro el animoso. Sospechas, que en mi triste fantasía. Dentro de mi alma fué de mi engendrado. Estoy continuo en lágrimas bañado. Mario, el ingrato amor, como testigo. Gracias al cielo doy que ya del cuello. Boscán, las armas y el furor de Marte. A la entrada de un valle, en un desierto. Mi lengua va por do el dolor la guía. Siento el dolor menguarme poco a poco. Canciones en versos castellano. Culpa debe ser quereros. Yo dejaré desde aquí. Acaso supo, a mi ver. Pues este hombre perdí. De la red y del hilado. Qué testimonios son estos? La gente se espante toda. Nadie puede ser dichoso ER -